Dir. Bill Pohland
Muestra Especial: Función de Inauguración
La Escala Richter dice: Aunque no sepan quienes son, seguro todo han oído en algún momento la música de los Beach Boys, una de las bandas más populares de los años 60. Tarde o temprano alguien iba a hacer una película biográfica musical acerca de esta banda, como han hecho con muchos cantantes populares. El atractivo de estas cintas, además de hacerle homenaje a un cantante popular que viene con una audiencia masiva es que dada las vidas de los artistas musicales le ofrecen un reto a cualquier actor que sea contratado para interpretarlos. Lo interesante de esta cinta es que no se trata de los Beach Boys, sino del integrante de la banda que fue considerado el genio del grupo, Brian Wilson. Otra cosa que hace que esta cinta sea diferente es que en vez de darnos una colección de los momentos más destacados de la vida de Brian Wilson, esta cinta se enfoca en dos momentos de su vida que lo marcaron.
Paul Dano lo interpreta en sus 20’s cuando la banda ya es famosa y Brian está pasando por un proceso creativo que cambiaría la dirección de la banda, pero las presiones que tiene para satisfacer a su banda, su padre abusivo y sus productores lo llevan a un brote sicótico. John Cusack lo interpreta en los 80’s cuando está siendo tratado por un psiquiatra abusivo que lo está sobre-medicando y conoce a Melinda Ledbetter (Elizabeth Banks), una vendedora de autos que lo salva de esta situación. Dano y Cusack tienen suficientes rasgos similares que uno puede creer que el segundo es una versión más vieja del primero, pero además los dos llevan carreras en las que han interpretado personajes que son encantadores a través de una especie de locura. Dano se la pasa mirando a otro lado, atinándole a lo desconectado que está Brian constantemente y Cusack tiene una vulnerabilidad que lleva años perfeccionando. Los dos son perfectos para estos papeles, pero la que se lleva la película (por lo menos en las escenas en las que sale) es Elizabeth Banks con un papel más serio de lo que vemos comúnmente de ella.
Lo que es aún más interesante de la película es que le interesa más enfocarse en la enfermedad de Brian Wilson más que en su música. Sí, lo oímos componer y oímos su proceso creativo, pero nunca lo vemos en concierto ni adorado por sus fans. Lo que vemos son sus momentos más íntimos en los que se va perdiendo en el abismo de su propia psicosis, potentemente dirigidos por Bill Pohland (que le encuentra un lenguaje visual diferente a las dos partes de su película) y aunque ambas partes de la película tienen sus problemas (la mitad con Dano es visualmente más llamativa, mientras que la mitad de Cusack tiene una estructura narrativa más redonda), ambas pintan un cuadro muy interesante de la mente de donde salió mucha de la música más famosa del Siglo XX.
Love & Mercy se volverá a proyectar en el Cinépolis de Guanajuato Capital el Sábado 25 de Julio a las 5:00 de la tarde. ¡No se la pierdan!!!
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