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Un remake de buena manufactura que resulta en una montaña rusa de emociones.
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Era 1937 y se estrenaba en cines un drama con cierto toque de romance sobre una mujer que aspira a convertirse en actriz y conoce a un famoso actor en decadencia, esta historia ha sido reinventada para ser contada de nuevo en la pantalla grande y su reinvención más reciente llegó en una versión moderna de la mano de Bradley Cooper como director y protagonista, junto a la estrella de pop, ahora convertida en actriz, Lady Gaga como la otra protagonista en turno.
Nace una estrella (A Star is Born) respeta la esencia del título original en el que se basa y lo adapta de manera más que adecuada a la época actual con la historia de una estrella de country que tiene toda la actitud de un verdadero rockstar y que una noche, luego de ofrecer un concierto y buscando un lugar en el que pueda seguir bebiendo como si no hubiera un mañana, por casualidad conoce a una joven cantante amateur cuyo talento lo deja muy impresionado y cuya personalidad auténtica de inmediato lo atrae.
Mientras su sordera en uno de sus oídos va en aumento y poco a poco su lugar en la música comienza a ser amenazado por músicos más jóvenes, aunque menos talentosos, Jackson Maine (Bradley Cooper) se ahoga en el alcohol y va de concierto en concierto intentando lidiar con los fantasmas de su pasado. Por el otro lado tenemos a Ally (Lady Gaga), una chica que tiene que trabajar duro al no ser de una clase privilegiada y que siente cómo se esfuma su sueño de ser una gran cantante, conformándose con presentarse en un bar gay, ella ha sufrido fuertes críticas por su apariencia física y esto la ha llevado a desarrollar una evidente falta de confianza en sí misma.
Contra todas las posibilidades, el destino junta a Jackson y Ally, él la ayuda a entrar a la industria musical y la alienta a que tenga el éxito que se merece, pues se da cuenta de que la joven cuenta con un enorme talento. Ella se convierte en la compañera que él necesita y lo apoya en todo, ambos se enamoran y comienzan una vida juntos, su relación a veces es perfecta y otras es un infierno, pero pase lo que pase no dejan de amarse y al verlos así tan enamoradas sin importar las circunstancias, como espectador, es inevitable desear que sean felices para siempre pero no es un cuento de hadas, es la vida real y en ésta es común tener finales trágicos, pues el amor no siempre gana y a veces los demonios personales son más fuertes.
La cinta tiene dos ejes centrales en su trama, el principal es el de un drama romántico que muestra una relación llena de momentos de una felicidad absoluta que de repente se convierten en puro sufrimiento y el otro es el de un retrato realista de lo despiadada que puede ser la industria musical, misma que puede hacerte millonario y famoso de la noche a la mañana, para después apropiarse de toda tu vida, dejándote sin tiempo para las cosas que más importan y para estar con aquellos a quienes amas.
Siendo una de las producciones cinematográficas más nominadas en la entrega 91 del Oscar, con ocho nominaciones -Mejor Película, Actor, Actriz, Guión Adaptado, Actor de Reparto, Fotografía, Canción Original y Edición de Sonido-, Nace una estrella ha llamado la atención de propios y extraños, aunque éste es un fenómeno que se ha dado desde que se lanzó su primer tráiler y después con su estreno comercial en salas de cine. Sin duda, es uno de los mejores filmes de 2018 y esto es gracias al cuidado que se ha tenido en cada uno de sus detalles, comenzando por una historia que a pesar de ser un drama romántico no cae en lo cursi y presenta una relación real con altibajos, y en la cual encontramos a personajes auténticos que sufren y son felices con la misma intensidad, que lidian con sus demonios y frustraciones al mismo tiempo que disfrutan al máximo los momentos de felicidad que llegan a tener.
Además de tener una historia bien contada que se desarrolla adecuadamente a partir de un guión cuya estructura es de primera calidad, la película se sostiene en las actuaciones de sus dos protagonistas, con un Bradley Cooper que una vez más demuestra que es un gran actor y no sólo alguien con un físico atractivo y con la revelación de una Lady Gaga que nos ha dejado claro que es tan buena actriz como cantante. También vale la pena destacar el trabajo en la dirección, injustamente ignorado por la Academia, pues se trata de una ópera prima que cualquier director debutante quisiera tener.
Ya para terminar, hay que hablar sobre otro de los puntos fuertes de la cinta, su banda sonora, para la cual, además de aprovechar el talento y la voz de Lady Gaga, se crearon canciones pop, country e incluso con un toque de rock que se convierten en el perfecto complemento para cada una de las escenas en las que suenan. Al tratarse de una historia sobre dos músicos que se enamoran, era obvio que la música sería importante y ésta logra volverse un personaje más.
Para muchos, el filme musical de la reciente temporada de estrenos ha sido Bohemian Rhapsody, pero lo cierto es que Nace una estrella con su historia de amor, sufrimiento, gloria y descenso, logra generar impacto y conectar con el público en formas que la deslactosada biopic de Freddie Mercury no es capaz de conseguir.
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