Congelando realidades
Matteo Gariglio es un fotógrafo y cineasta documental suizo, director de En La Boca; desgarradora y conmovedora historia que pareciera ser acerca del lado oscuro del futbol, pero que en realidad, va mucho más allá que eso. Durante 25 minutos, Matteo nos muestra a una familia que reside muy cerca del estadio de Boca Juniors en Buenos Aires, quienes prácticamente viven de la venta de boletos falsos para los partidos de futbol y forman obligatoriamente, parte de un sistema corrupto para sobrevivir.
Adentrándose “en la boca” de uno de los barrios más inseguros de esta ciudad, Matteo alcanza a plasmar visualmente la oscuridad y, a su vez, la alegría diaria en la que vive esta familia. Retrata fielmente a sus personajes en su realidad, donde implícitamente dejan de ser personajes para convertirse en amigos, en familia.
ENTREVISTA
¿Por qué decidiste hacer un documental en La Boca, el futbol fue una inspiración?
Fue un proyecto muy espontáneo, realmente no planeé buscar ese tema. Sí estoy muy interesado en el futbol, pero en realidad se dio porque estuve viviendo medio año en Buenos Aires, muy cerca de La Boca y empecé a tomar fotos durante el día -así es como investigo sobre las películas que hago, con la fotografía-. Comencé a fotografiar a algunos fans de Boca Juniors y un día que había partido me vendieron un boleto falso para entrar al estadio. Me los encontraba varias veces y comenzamos una relación amistosa, siempre me llevaban por el lugar y después supe que esa familia llevaba el negocio de los boletos y ahí supe que quería hacer una película sobre ellos.
En general se trató de dejar que las cosas pasaran y contar su historia. Empezó como un proyecto fotográfico y creo que no hubiera podido haberlo hecho si lo hubiera planeado, sólo pasó y después fue muy espontáneo. Llamé a un muy buen amigo, llegó y empezamos inmediatamente a filmar.
¿Qué tan difícil fue el acercamiento a la familia?
Fue mucho trabajo, en un principio no sabíamos si podríamos filmar. Ellos fueron muy abiertos al inicio con la fotografía, pero cuando les hablé de la película, el padre, a quien conocí primero, un día decía que sí y al otro no quería. Cuando conocí a la cabeza de la familia; a la madre, ella fue la que dio el ok, y desde ahí fue increíble como pude acceder a ellos, nos acercamos mucho.
¿Cómo ha reaccionado la gente que ha visto tu documental?
Es interesante que siempre me preguntan si es un documental o una ficción. Lo filmé en un forma muy observativa y también hicimos que muchas cosas pasaran, pero el protagonista es muy natural todo el tiempo; él realmente nos dejó llegar muy cerca de su persona, creo que eso es lo que lo hace muy creíble. Hay escenas donde piensas ¿cómo lo hicieron? Creo que el principal ingrediente fue que en realidad nos hicimos amigos de la familia, empecé a amarlos y pasé mucho tiempo con ellos filmando y creando esta relación.
De alguna forma nos adoptaron como parte de la familia por ese tiempo que estuvimos con ellos y siento que también apreciaron que nosotros estuviéramos ahí.
¿Cómo fue que llegaste a Buenos Aires, artísticamente hablando?
La primera vez solo la visité, estuve ahí dos o tres años antes de filmar. Fui al Festival de Cine de São Paulo y viajé un poco y siempre quise vivir en Buenos Aires, no sé porqué, pero siempre me llamó mucho la atención. Trabajaba en proyectos de comisión y realmente no podía empezar a hacer documentales y un día decidí dejar mi trabajo ahí e ir a Buenos Aires. De cierta forma me ayudó a dejar ese mundo y hacer mi propio trabajo, así empecé el proyecto.
¿Cuánto tiempo tardó el proceso del documental?
El proceso de filmación duró ocho días, pero el proyecto entero lo hice en cuatro años, porque filmé algo de material y luego pasaron cosas malas. No quiero dar un spoiler, pero el protagonista murió y fue muy difícil para mí seguir, además estaba estudiando nuevamente, pero al final, dos años después, lo terminé.
¿Qué piensas acerca del fanatismo sobre el futbol que se vive en esta zona de Buenos Aires y en Argentina, y cuál es el mensaje que buscas expresar con este documental?
Creo que de alguna forma, La Boca es una buena representación de lo que está pasando en Argentina. Hay mucha corrupción que se ve ahí en las copas de futbol y los clubs de fans. No es sólo en cuanto al futbol, sino en las drogas y el sobrevivir, así que el hecho de que haya tanta corrupción se refleja en los boletos para los partidos y todo como se maneja alrededor del estadio. Es ahí donde está la miseria y para éstos fans, el club es lo único a lo que se pueden aferrar, no tienen perspectiva, no hay esperanza. Viven por eso y mueren por eso.
Para mí era importante mostrar ese estado de no poder hacer nada. Cuando estás en una condición de pobreza, sin esa perspectiva, eres parte del sistema corrupto y lo necesitas para sobrevivir y al mismo tiempo, éste te está destruyendo. Siempre son los eslabones mas débiles de la cadena los que más sufren, sobre todo este sistema, la gente pobre. Quería mostrar esto, el no poder salir de ahí, es un círculo vicioso y estoy realmente muy agradecido con la familia. Fue una experiencia increíble el llegar a ellos y ser su amigo.