Dir. Isaac Ezban
Muestra Especial – Cine Entre Muertos
La Escala Richter dice: El tiempo es una prisión. Vivimos toda nuestra vida dentro de ella y la única manera de escaparla es llegar a la muerte. Como en cualquier prisión, buscamos maneras de entretenernos y olvidarnos que somos prisioneros del tiempo. Trabajamos, caminamos, jugamos, hacemos el amor, lo que sea para no sentir que el tiempo sigue corriendo y estamos a la merced de lo que nos hace. En su ópera prima como director de largometraje, Isaac Ezban explora esta prisión, encerrando a su público en lugares que recorremos todos los días en nuestras vidas cotidianas. Por un lado, dos hermanos y un detective que los está persiguiendo quedan encerrados en una escalera que no parece tener fin. Por otro lado, una familia que está de viaje se queda atrapada en una carretera que sigue repitiéndose. Lo que tiene una historia que ver con la otra, eso tendrán que descubrirlo cuando la vean.
El joven cineasta se encariña tanto con este concepto de atrapar a sus personajes que hasta cuando no están atrapados, la composición de escenas es tan compacta que a uno le puede dar claustrofobia. El coche que escoge para la familia es posiblemente el más compacto que he visto en una película y tiene tomas largas en las que deja que sucede gran parte de la acción sin mover la cámara (para aclarar, esta no es una película contemplativa). Su mayor acierto es cuando deja que el lenguaje visual cuente la historia y permite que el público sienta esa angustia del paso del tiempo. Pierde el hilo cuando empieza a explicar su concepto, ya que al sobre-explicar lo que sucede, le quita al público la oportunidad de interpretar ciertos sucesos (se ve que el cineasta tiene una experiencia muy específica en mente que quiere transmitir a su audiencia).
Para ser una ópera prima, el cineasta muestra una confianza en su voz de autor que se debe de aplaudir y saca actuaciones viscerales de su excelente elenco (en el que destacan Hernán Mendoza y Fernando Álvarez Rebeil). También destaca la banda sonora de Edy Lan, una orquestación bombástica que recuerda la música de 2001: Odisea del Espacio, y el trabajo de maquillaje que logra convertir al envejecimiento en una pesadilla. Hay un aspecto de la historia que muestra la edad de su cineasta, pero para eso son las óperas primas. Para ver qué tanto pueden crecer estos cineastas con proyectos posteriores (aunque para este cineasta, parece que nada le angustia más que la certidumbre que va a envejecer).
Esta cinta está programada para estrenarse en salas comerciales en Septiembre y será distribuída por Cine Caníbal. ¡No se la pierdan!