En el marco de GIFF XXII, autoridades del cine filipino y mexicano llevaron a cabo el Foro Bilateral
El día de ayer la delegación filipina y representantes de la industria fílmica nacional celebraron el Foro Bilateral Filipinas-México. Estuvieron presentes en el panel: Mary Liza B. Diño, presidenta del Consejo de Desarrollo Cinematográfico de Filipinas; María Novaro, directora de IMCINE; Patrick Campos, director del Instituto Fílmico de la Universidad de Filipinas, Nick Deocampo, presidente de NETPAC (Red para la Promoción del Cine Asiático); Ed Lejano, director del Festival Internacional de Cine QCinema; el director Kidlat Tahimik, entre otras autoridades y personalidades de ambas industrias.
Los temas de discusión giraron en torno al fortalecimiento de los lazos entre la industria fílmica filipina y mexicana, los puntos que tienen en común y de qué forma pueden colaborar en un futuro para hacer más visibles los productos cinematográficos de países como los nuestros sin tener necesidad de pasar por los grandes festivales europeos de cine.
De esta forma se demuestra una vez más cómo los espacios de diálogo que se generan durante esta fiesta del cine son vitales para el reconocimiento de culturas y películas que surgen de condiciones histórico-sociales similares. México y Filipinas comparten un trasfondo de diversidades locales compartidas que pueden ser un semillero para las historias locales y una forma de acercar los corazones de ambas naciones.
La representante de ABS-CBN Productions, la mayor compañía de medios de Filipinas, propuso la idea de incorporar cintas mexicanas a su programación vía internet o la posibilidad de realizar remakes. Quizá haya sido una sorpresa para muchos descubrir que tanto las telenovelas como las películas mexicanas han tenido un largo trayecto e influencia en la cultura filipina incluso en la época en que todavía no se establecían relaciones diplomáticos entre los dos países.
Ed Lejano señaló la importancia de que festivales como el GIFF sirvan para abrir las puertas a propuestas distintas a las de los directores más celebrados.
A pregunta expresa de si había alguna legislación o cuota para apoyar al cine nacional filipino, Mary Liza B. Diño comentó que en Filipinas se dedican dos semanas a celebrar el cine de Filipinas y todas las salas de cine del país proyectan las producciones locales, a pesar de que aún no existe una legislación como la que existe en México.
Sarah Hoch, fundadora de este Festival, celebró que este espacio haya servido y sirva para cerrar tratos de exhibición entre México y cinematografías de todo el mundo.
Sin duda el Foro Bilateral que se celebró entre las cinematografías filipina y mexicana ha servido para restablecer la conexión entre dos culturas que comparten tantas similitudes. El marco de este festival ha servido para incentivar la producción en ambos países, comparar las formas de trabajo y desarrollar proyectos en conjunto, resultados todos que sin duda traerán enormes beneficios para México y las Filipinas.