Un relato introspectivo sobre la soledad y lo que pasa con dos personas parecidas entre sí que se encuentran accidentalmente a partir de la peculiar forma en la que buscan acercarse a los demás.
Por Jonathan Eslui / @JonathanEslui
Dirige: Axel Muñoz
Elenco: Hoze Meléndez, Florencia Ríos, Laura de Ita
País: México
Año: 2018
Duración: 77 minutos
Desde hace tiempo, cada año se produce un buen número de largometrajes mexicanos, de los cuales desafortunadamente no todos llegan a la cartelera comercial, sin embargo aquellos que lo logran se convierten en propuestas cinematográficas a las que, por diversas razones, vale la pena tomar en cuenta al momento de elegir una película para ver en algún cine. La filmografía nacional está llena de historias interesantes que abordan distintos temas y que no necesariamente caen en los lugares comunes en los que suele caer el cine mexicano, uno de estos casos es el de Noches de Julio.
En el GIFF 2018, el director Axel Muñoz presentó una cinta que llamó la atención de los asistentes al encuentro fílmico guanajuatense por su trama original y singular que se centra en Julio (Hoze Meléndez), un joven solitario y al que se le dificulta interactuar con los demás, y quien pasa sus días trabajando en una tintorería mientras se siente atraído por algunos de los clientes del lugar debido a que sus vidas de cierta forma le ofrecen un escape momentáneo de su monótona realidad.
Mientras una amplia variedad de personajes desfila diariamente por el mostrador de la tintorería en la que trabaja Julio, éste se imagina cómo viven y que hacen en sus vidas diarias, pero lleva ese sentimiento más allá de su imaginación al localizar los hogares de esos clientes para pasar tiempo en esas casas y simular que vive ahí, usando las cosas que encuentra a su alrededor y sintiendo que al menos por un breve momento su vida es mejor.
Al mismo tiempo que conocemos a Julio, el director nos presenta también a la contraparte femenina de su protagonista, Mara (Florencia Ríos), una aspirante a cocinera que tiene mucho en común con el personaje principal y a la que vemos interactuando con él de formas extrañas que para ambos parecen bastante normales. Al igual que Julio, Mara siente cierta soledad que parece tener una solución en poner atención en las vidas de los demás y fantasear con ellas.
Julio y Mara son un par de inadaptados sociales que se encuentran por asares del destino, entendiendo en algún punto que la persona que tienen enfrente es un reflejo de su propia personalidad, lo cual los hace darse cuenta que no están tan solos como pensaban. Lo que tenemos aquí es una historia sobre la soledad y sus efectos en los comportamientos sociales de algunas personas, es un retrato íntimo de dos personajes que resultan atractivos por sus características y por los que es fácil sentir cierta empatía.
El principal punto que Noches de Julio tiene a su favor es la forma en la que se retrata la humanidad y complejidad de su protagonista, al igual que con su co-protagonista; en ambas actuaciones se sostiene la película y éstas complementan el adecuado trabajo hecho en la dirección.
Noches de Julio es una cinta mexicana que sobresale por la manera en la que se acerca a la soledad y que ofrece cierta originalidad que se agradece.