[eltdf_dropcaps type=”normal” color=”” background_color=””]T[/eltdf_dropcaps]odo Harada es un trabajo al máximo, un estilo que dista de cualquier presunción vana por revolucionar el género, sino que se centra en la particularidad admirable de mantenerse en su voluntad artesanal, sin pretensiones ni alegorías contemporáneas más allá del acto profundo de contar una gran historia.
El Mtro. Masato Harada es un devoto de la fantasía y de la ciencia ficción, quien gusta en particular de las obras de Isaac Asimov, de ese enfoque realista del futuro para aventurarse a la lógica de contextualizarlo en un estilo visual. Su trayectoria marca una especie de disidencia o rebeldía hacia Hollywood, así mismo una celosa proximidad. Es la frontera que lo mantiene siempre atento al carácter universal del cine, pero congruente con su propia historia, un naturalismo espontáneo convertido en rúbrica.
Fue el 3 de julio de 1949 que Harada nacía en Numazu, ciudad localizada al este de Shizuoka en Japón, a poco más de una centena de kilómetros al oeste de Tokio. Con sólo cinco años de edad, acudió al Teatro Central de Numazu donde proyectaban la cinta The Search de Fred Zinnemann. El impacto de las películas en blanco y negro que presenció en sus primeros días en Numazu son el sello innegable que a la postre demarcaría su estilo narrativo y cinematográfico.
Con el fin de estudiar cine, Harada se mudó a Londres en 1972. Durante el homenaje en el National Film Theater para el director de cine estadounidense, Howard Hawks, quedó fascinado con la película Only Angels Have Wings. En esos momentos Harada colaboraba con Kinema Jumpo, la revista de cine más antigua de Japón, cubriendo eventos y realizando algunas críticas. Gracias a ello, acudió ese verano al Festival de San Sebastián, donde Howard Hawks presidiría el jurado. Finalmente ahí, en España, el novel realizador conoció a su mentor.
En 1973 Harada se instaló en Los Ángeles. A lo largo de los años 70 se mantuvo activo como crítico y reportero de cine para diversas revistas y periódicos en Japón. En 1979, escribió y dirigió su primer largometraje, Goodbye Flickmania, una película que rememora a Howard Hawks a través de una historia de amistad entre un aficionado radical al cine que rebasa los 40 años de edad y un joven de 19 años inmerso en el nebuloso paso de la adolescencia a la edad adulta.
La Ópera Prima de Harada impactó de inmediato como una nueva dimensión del cine japonés aclamada por la crítica. A partir de aquí, con una carrera activa de cuatro décadas en el cine y más de una veintena de producciones, su trayectoria fílmica despuntó con los matices que todo personaje que se convierte en referencia internacional debe atravesar.
No te pierdas los pormenores en la historia de este gran cineasta, uno de los directores contemporáneos más propositivos del país nipón; un realizador de reconocimiento internacional, en constante movimiento, viajando de una historia a otra, expandiendo su nombre de un país al siguiente, llevando consigo siempre a su amado Japón. La cita es a las 10:30 de la mañana, en el Teatro Principal. Acompáñanos a gritar junto al Mtro. Masato Harada… Más cine por favor !!