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Una reinvención fresca y actual del mito del Rey Arturo con cierto toque de cine ochentero
[/vc_column_text][vc_column_text]Por Jonathan Eslui / @JonathanEslui[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/2″][vc_single_image image=”21243″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][vc_column width=”1/2″][vc_column_text]Título original: The Kid Who Would Be King
Director: Joe Cornish
Elenco: Louis Ashbourne Serkis, Dean Chaumoo, Tom Taylor, Rhianna Dorris, Angus Imrie, Rebecca Ferguson, Patrick Stewart
País: Estados Unidos (2019)
Duración: 132 minutos
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Existen notables mitos y leyendas que por sus características particulares, al igual que por sus peculiares personajes, se han adaptado tanto al cine como a la televisión en diversas ocasiones y siguen adaptándose en nuevas películas o series, tal es el caso de la popular historia del Rey Arturo, que este año es retomada una vez más para ser reinventada en Nacido para ser rey (The Kid Who Would Be King), una aventura en el que un grupo de amigos debe superar un complicado reto y que cuenta con ese espíritu que caracterizó a cintas de los 80 como The Goonies y otras similares.
Alex es un niño inglés normal de 12 años que no es precisamente el más popular de su escuela y quien debe lidiar con los mismos problemas con los que muchos solemos lidiar a su edad. El joven protagonista debe sobrevivir en su día a día entre bullies, problemas familiares y algunas complicaciones escolares, y si esto no fuera suficiente también debe combatir a las fuerzas de la oscuridad después de encontrar la mítica espada Excalibur y sacarla de la piedra en la que permanecía, esto debido a que por su buen corazón es el elegido para ocupar el lugar del Rey Arturo en la actualidad y enfrentar a la malvada hechicera Morgana, quien está a punto de resurgir en una época llena de caos que le permite recuperar sus poderes.
Tal como pasó en la saga cinematográfica de Harry Potter, Nacido para ser rey toma a un niño común para convertirlo en el único capaz de detener una enorme amenaza, a pesar de no parecer el más indicado para enfrentar lo que está por llegar. En este caso encontramos a un pequeño que intenta salir adelante y que no tiene miedo de hacer lo correcto aunque pueda salir lastimado por hacerlo, es alguien leal y un buen amigo, pero también sufre por su deseo de reunirse con un padre al que prácticamente no recuerda y que lo dejó viviendo con su mamá años atrás. Aquí tenemos a un personaje con varias capas y esto permite que nos identifiquemos en muchos aspectos con él, además de que la manera en la que se le presenta como héroe es realista a pesar de los elementos de fantasía que están presentes en la historia.
Esta película es una muy agradable sorpresa dentro de la cartelera actual, pues tiene elementos destacables y resulta en una opción que realmente vale la pena considerar a la hora de ir al cine y elegir qué ver. Se trata de un filme que reinventa eficazmente una historia que es sumamente conocida y que le inyecta una frescura que se consigue sobre todo por las actuaciones de los jóvenes protagonistas, cumple a la perfección con la función de entretener siempre presente en el cine y nos deja una moraleja que tiene mucho que ver con la época actual, en especial en el caso de ese Reino Unido en el que las acciones tienen lugar.
Nacido para ser rey nos trae una historia que además de ser muy entretenida es sumamente divertida, presenta el mito artúrico de una forma original. Lo que tenemos aquí es una efectiva combinación de cine de aventuras con fantasía y coming of age.
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