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El reboot de Hombres de negro es otro intento inútil de parte de Sony, de desempolvar otra franquicia dentro de su catálogo para intentar demostrar su valía dentro del sistema de Hollywood, y como intento inútil, este es un desperdicio de tiempo para cualquier ser humano.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/2″][vc_single_image image=”21411″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][vc_column width=”1/2″][vc_column_text]Título Original: Men in black: International.
Dirige ¿F. Gary Gray?
Elenco: Thessa Thompson, Chris Hemsworth, Liam Neeson, Kumail Nanjiani, Emma Thompson.
País: Estados Unidos.
Duración: 115 minutos
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Hombres de negro fue un filme de verano que recuerdo con mucha notoriedad por allá en los rumbos de 1997. De niño la dupla de Will Smith y Tommy Lee Jones no me decía mucho más que el recuerdo de haber visto a Smith en El príncipe del rap y la aparición de Jones como un Dos Caras compuesto de Pepto Bismol en Batman Eternamente (Joel Schumacher, 1994), pero funcionaba demasiado gracias a la seriedad de uno y el desconcierto del otro; quizás más efectista para ese momento era el asunto de ver el título de Marvel Comics en una película con una propiedad intelectual que desconocía y la maravilla que resultaba ver sus avanzados efectos especiales que traían a la luz unos extraterrestres con un estilo único.
Hombres de negro fue un rotundo éxito mundial tanto en crítica como en taquilla, lo cual aseguró un espacio en el panteón de las franquicias rentables… claro que las cosas eran muy diferentes para Sony en los noventas, quienes no buscaron de manera inmediata la consagración de dicha saga y decidieron ir por el terreno de la plausibilidad dentro de los involucrados, fueran tanto Smith y Jones, así como Danny Elfman que estaba a cargo de la composición musical, Steven Spielberg como productor y la dirección de Barry Sonnenfeld, y así, hay un espacio de años entre cada producción cada vez más extenso a través de tres películas con el mismo equipo.
La verdad es que suena extraño saber de que el estudio jamás buscó expandir la franquicia cuando estaba bajo la dirección de Sonnenfeld, pero esos son días del pasado, porque ahora Sony se encuentra en un desesperado proceso de validación entre la competencia y, se encuentra con la noción de que no tiene mucho material que pueda ser rentable… salvo viejas franquicias a las que ha estado decidiendo dar un nuevo aire sin éxito alguno.
Ya había pasado con Cazafantasmas que en el 2016 tuvo un remake bajo la dirección de Paul Feig y ahora toca el turno de Hombres de negro, que comparte más o menos el mismo proceso de producción y de errores que deja entrever de manera notoria las pésimas decisiones que se toman dentro del estudio.
Potencial para desarrollar spin offs o un reboot de Hombres de negro hay -yo personalmente siempre he tenido curiosidad por ver el proceso de periodismo que aparece en las revistas y periódicos baratos en toda la saga- pero tiene que provenir de una persona interesada en el proyecto, algo que el estudio no parece entender, porque las filtraciones de producciones reflejan el poder total de este frente a los directores y guionistas. En el caso específico de Hombres de negro internacional, esta se encontraba bajo la dirección de F. Gary Gray, director competente para películas de esta índole, y que apostaba a un guión original de Art Marcum y Matt Holloway, guión que llamó la atención del director y de los protagonistas pero que fue omitido por parte del productor Walter Parkes, quien se dispuso a reescribir el guión durante la producción y tomando decisiones que normalmente van de parte del proceso que indica ser el director de un filme.
Esto es importante y necesario mencionar, porque nos explica cómo Hombres de negro: internacional resulta ser una de las películas más tediosas y confusas que un estudio importante haya sacado en un tiempo. El filme pasa en automático frente a tus ojos y uno no deja de pensar en las bondades que las anteriores películas tenían, que si bien no son perfectas sí poseían un atractivo visual destacable gracias a su diseño de producción que buscaba emular una identidad extraña y sucia del mundo frente a la pulcritud del mundo secreto de la agencia, y un diseño de extraterrestres de parte del maestro Rick Baker.
Y aquí no, aquí no parecen entender la gracia de la tecnología camuflada –en particular una secuencia con un tren que cambia de apariencia estando dentro de una base cuando ya no debiera hacerlo por no encontrarse al público- ni la maravilla de ver extraterrestres que parecían monstruos de serie B con esteroides y palpables, porque aquí lo que hay son monstruos generados por computadora sin chispa. Mismo sentido en los protagonistas, que se siente de inmediato la falta de base textual y por la que Tessa Thompson y Chris Hemsworth se encuentran sin dirección, apostando todo a un carisma que vimos en una película de otro estudio, y por lo que este proyecto apuesta todas sus fichas además dejándolos libres, en especial el caso de Hemsworth que parece estar improvisando cada secuencia en la que aparece dándole un tono de bufón que no conecta.
Pero lo peor –sí, hay algo peor- es el desperdicio de un Danny Elfman como compositor dentro del filme, y sobre todo porque el genio musical termina recurriendo a una “colaboración” con Chris Bacon que termina entregando un trabajo mediocre sin temas convincentes y con música que no conecta con las escenas, además de darle un tratamiento hipócrita a Elfman quien ya antes en el pasado se ha llegado a quejar de dichas colaboraciones y de los directores que recurren a un temp track que aquí parece ser lo primordial para la concepción de nueva música.
Hombres de negro: Internacional es tedio a altos grados que no sirven para un verano que cada vez se está enfocando a películas de un estudio y un estudio nada más, lo cual es una pena considerando que antes, hacíamos escándalo y nos emocionaba la idea de ver una película de extraterrestres con un tema principal altamente bailable, pero eso como muchas cosas en este mundo, se fueron perdiendo en el camino.
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