[vc_row][vc_column][vc_gallery type=”image_grid” images=”20005,20006,20007″ img_size=”176×150″][vc_empty_space][vc_column_text]La tarde de ayer se llevó a cabo la Conferencia Magistral de Ghassan Salhab, director de cine homenajeado con la Cruz de Plata por sus aportaciones a la cinematografía como parte de la delegación internacional del País Invitado de Honor, que en esta edición del GIFF se trata de Líbano.
En una charla moderada por la cineasta y especialista en cine libanés Laila Hotait, Ghassan Salhab narró parte de su trayectoria, como sus experiencias personales de migración, que lo llevaron a expresar la importancia que sus distintas identidades (como africano, árabe e incluso europeo) tienen en su obra. En este respecto mencionó que para él la identidad es en lo que te conviertes y no lo que se supone que debes ser.
Además compartió algunas de las experiencias que lo marcaron como aficionado al cine y cómo la libertad que ofrecían las salas de cine a principios de los setenta hacían que las diferencias entre géneros comerciales o artísticos fueran irrelevantes. Jean-Luc Godard, Antonioni, Carl T. Dryer, Buster Keaton o André Bressón forman parte del romance con la pantalla que comenzó después de su llegada a Beirut en la adolescencia por lo peculiar de sus propuestas.
La moderadora Laila Hotait notó el hecho de que en sus películas siempre parece haber un elemento de amenaza sobrenatural en el ambiente. El director mencionó que esto quizá se deba al hecho de vivir en una zona del mundo donde la paz es un hecho frágil y siempre hay una amenaza suspendida de la próxima guerra o la siguiente catástrofe.
También compartió algunos atisbos de su proceso creativo. Contó cómo es su proceso de dirección de actores, que lo lleva siempre a buscar una forma de interpretación que sobrepase los límites de la mera situación indicada por los guiones. Lo que busca capturar, dijo el cineasta, es el momento en donde la conciencia de estar actuando ya no esté ahí. “Mi objetivo es estar aquí, estar en la situación, vivir el presente intensamente y no adelantarse a los hechos”, mencionó. Sobre la importancia de los escenarios en sus películas, que muchas veces se vuelven uno más de los personajes, Ghassan Salhab mencionó cómo los sets o locaciones de una película no son para él meros lugares sino espacios con una vibración peculiar que necesariamente influye en los temas que elegimos y la formas en que los expresamos.
En su opinión, el gran peligro para los cineastas es tomar las cosas por dadas, e insistió en la necesidad de sentir profundamente la situación y las imágenes para que éstas tengan algún tipo de valor. “El único consejo que puedo dar a los jóvenes que quieren dedicarse al cine es: piensa en hacer tu película y no en filmar tu película.” Para él, el cine es un medio que depende de su capacidad para captar el momento y lo mejor del arte, además de ser el intercambio de pareceres y el aporte de las subjetividades.
Al final hubo una sesión de preguntas y respuestas en la que el realizador interactuó con el público, quienes agradecieron la profundidad de sus palabras y la disposición para hacer accesible una parte de su persona y su quehacer. Salhab respondió en perfecto español: “¡Muchas gracias!”[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]