El Despertar de las Hormigas
Selección Oficial Largometraje Internacional
Dir. Antonella Sudasassi
La Escala Richter dice: Lo difícil de ser una persona en una relación o en una sociedad es que uno vive con las expectativas y los juicios de aquellos a su alrededor sobre como uno debe vivir su vida. En el caso de las mujeres, es la expectativa de ser madre y que esto sea algo que la mujer hace de manera natural. Isabel (Daniela Valenciano) es una costurera de 28 años que ya tiene dos hijas que actualmente tienen 5 y 9 años. Las quiere mucho y se divierte con ella aun cuando se ponen difíciles, pero su marido Alcides (Leynar Gómez) quiere un hijo y es una presión que ella siente de él y de su familia quienes le critican mucho de lo que hace. Isabel sigue sin encontrar la manera de decirle a su marido que ya no quiere más hijos, pero a lo largo de la película encuentra maneras de evitar tener otro hijo (incluso tomar pastillas anticonceptivas) para no tener que decirle. La cinta nos muestra el día a día de esta mujer y su familia, los obstáculos económicos que están teniendo y las reuniones familiares en las que ella se siente incómoda, con algunas secuencias de fantasía que nos meten a los pensamientos de esta mujer (incluyendo una en la que se imagina como destruye un pastel que se supone que es para la familia, o una secuencia aterradora en la que está cubierta de hormigas en la regadera).
Antonella Sudasassi mantiene al público en el punto de vista de Isabel en todo momento, demostrando lo que esconde el silencio de esta mujer que no se atreve a decir mucho más que lo que las personas a su alrededor quieren oír de ella. Es gracias a la sensible dirección de Sudasassi y la interpretación de Daniela Valenciano que Isabel emerge como una persona compleja e interesante a pesar de que pasa la mayor parte de la duración siendo mayormente pasiva. Se manejan muchos cuadros cerrados a Isabel desde ángulos incómodos que nos permiten entender lo insegura que se siente esta mujer en su propia piel y lo que esta siente cuando la apachurran las expectativas de la gente a su alrededor. Sin embargo, Sudasassi nunca cae en la trampa de descalificar el punto de vista de Alcides, un marido que trabaja duro y que se ve que la quiere, aunque tengo una que otra costumbre machista dentro del matrimonio (nunca la maltrata, pero Leynar Gómez deja muy claro el proceso de pensamiento de este hombre).
La otra relación importante para Isabel es la que tiene con sus hijas Valery (Isabella Moscoso) y Nicole (Avril Alpízar), y en estas escenas la directora encuentra el balance perfecto entre mostrar lo agotador que es estar siempre al pendiente de dos niñas de diferentes edades que seguido se están peleando y haciendo ruido, y lo divertido que es interactuar con las ocurrencias y juegos de estas dos niñas. Al mantener a las niñas a una cierta distancia del público, la directora permite que se expresen con naturalidad y que sus interacciones alimenten como reaccionamos a lo que está sucediendo con ella. Sí es una cinta que a momentos es larga y algo tediosa, pero es una historia importante para permitirle a las mujeres un cierto empoderamiento sobre una parte de su vida que puede parecer mundana, pero que define la manera en que viven sus vidas: la decisión de tener más hijos es una que se debe hablar y que solamente debería estar en manos de aquellos que tendrían y cuidarían a los hijos.
¿Conoces a Tomás?
Selección Oficial Largometraje México
Dir. María Torres
La Escala Richter dice: Esta cinta parece ser la respuesta mexicana a algo como Rain Man, una historia en la que un personaje egoísta o descuidado o que simplemente tenga alguna lección que aprender, las aprende a través de sus interacciones con un personaje con autismo (o alguna diferencia neurológica) con quien está obligada a pasar un cierto tiempo por alguna razón que dicte la trama. En este caso conocemos a Leo (Leonardo Ortizgris), un músico en busca de esa oportunidad que por fin lo lanzará al estrellato, pero su novia Fer (Marcela Guirado) siente que Leo es irresponsable y está perdido en la vida. Un día, para aligerar la carga de trabajo que tiene Fer. Leo se ofrece para cuidar a su hermano menor Tomás (Hoze Meléndez), que es autista. La cosa se complica cuando su socio Christopher (Alan Estrada) llega con una oferta para tocar en una boda ese mismo día. ¿Qué hará Leo? Naturalmente no perderá la oportunidad y se llevará a Tomás con él a la boda, pero cuidar de un autista es más difícil de lo que él pensaba.
A lo que esta cinta le atina es a lo difícil que es tratar con alguien en el espectro autista cuando uno es neurotípico. Lo difícil que es identificarse con las preocupaciones de alguien que procesa sus pensamientos de una manera que es diferente a la mayoría de las personas y que incluso no puede comunicar esas preocupaciones de una manera tradicional (como es el caso de Tomás). Esa fricción entre Tomás y este mundo al que Leo lo está metiendo es donde más resalta la necesidad de contar historias como estas. Interpretar a un autista es un reto técnico para cualquier actor, ya que debe estudiar una manera de hablar, una manera de moverse y una manera de pensar que encaja dentro de un diagnóstico, y encima de eso crear un personaje que no esté simplemente representando a todos los autistas que existen. Hoze Meléndez logra una brillante interpretación, manteniéndolo lo suficientemente sutil para que no resulte demasiado cómico o trágico. El guion lamentablemente cae en la trampa de convertir a Tomás en un prop para la historia, la pieza necesaria para lograr un cambio en nuestro protagonista (lo mismo sucede con Rain Man a momentos), pero Meléndez y la mancuerna que tiene con su elenco lo rescata.
Sin embargo, esta no es la historia de Tomás, sino de Leo y lo que sus interacciones con Tomás causan en él. Esto resulta problemático, ya que es una cinta que toca el tema del autismo donde, una vez más, el autista es un personaje que afecta la vida de alguien más y no el protagonista de su historia. Aunque dado que, por lo menos en México, el autismo es un tema que no se ha tocado lo suficiente y que la mayoría de la audiencia desconoce (después de todo, esta cinta está hecha para un público más comercial, cosa que se vuelve aparente con el tono ameno y la estética colorida que ofrece la directora María Torres), quizás esta es la mejor manera de abarcar este tema en este momento, ofreciéndole al público un punto de vista con el que se pueda identificar y a través de esos ojos, conocer un punto de vista con el que es más difícil identificarse. Además, Leo es un protagonista simpático y Leonardo Ortizgris (quien recién ganó un Ariel por su actuación en Museo) es tan carismático que mantiene al espectador interesado en esta historia (y hay un detalle recurrente que deleitará a cualquiera que creció escuchando a Cri-Cri).