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Happy Hour
Selección Oficial Largometraje Internacional
Dir. Ryusuke Hamaguchi
SMA | Martes 26 | 18:00 hrs | Cinemex Plaza la Luciérnaga
GTO | Miércoles 27 | 14:00 hrs | Cinemex Plaza Pozuelos
La Escala Richter dice: Todos tenemos esos amigos que conocemos tan bien que a momentos pensamos que podemos descifrar exactamente lo que están sintiendo y lo que quieren decir. Es por eso que es decepcionante darse cuenta que la única persona que uno conoce al 100% es a uno mismo. Los demás harán cosas que van en contra de nuestra percepción de ellos, cosa que siempre nos llevará a cuestionar si conocemos a la otra persona del todo. En su cinta más reciente, el director japonés Ryusuke Hamaguchi explora estos temas a través de la historia de cuatro mujeres en sus 30’s que son amigas inseparables. Akari (Sachie Tanaka) es una enferemera divorciada con opiniones muy fuertes. Fumi (Maiko Mihara) es curadora de conferencias y talleres, casada con un editor de libros. Sakurako (Hazuki Kikuchi) es una ama de casas que casi nunca ve a su esposo y su suegra ha llegado a ayudarla con su nieto adolescente. Jun (Rira Kawamura) está en proceso de divorciarse y es esta revelación que lleva a que todas estas mujeres y los hombres en sus vidas empiecen a re-examinar sus relaciones.
Primero que nada es necesario saber que la película dura 317 minutos (5 horas con 17 minutos), una duración muy poco común para una cinta narrativa y una que muchos seguro considerarán excesiva, pero Hamaguchi aprovecha cada minuto para contar la historia que quiere contar. Gracias al tiempo que pasamos con estos personajes los vamos conociendo de maneras cada vez más profundas, permitiendo una riqueza que uno típicamente encuentra en novelas (también pasamos por un taller y una conferencia que, aunque muchos sientan que duran mucho, son claves para entender el mundo que viven estos personajes). Cada personaje, incluyendo los esposos de nuestras cuatro protagonistas y todas las relaciones que habitan en su día a día son tan profundamente exploradas que captamos la historia detrás de cada cosa que se dicen.
La manera que está filmada esta película es para que se luzca el diálogo escrito por el mismo director, junto con Tadashi Nohara y Tomoyuki Takahashi, y las actuaciones de los que están en el encuadre. Estos son personajes que constantemente hablan de sus sentimientos sin necesariamente expresarlos de maneras muy explosivas. Los mismo textos de la cinta exploran esto junto con muchos otros temas relacionados con la cultura que viven estos personajes (uno de los talleres habla de conectarse con la gente en una cultura en la que la gente apenas se toca) y sus profesiones (una mujer joven presenta su libro y surge la pregunta que si se puede expresar el amor en un libro cuando el autor mismo nunca se ha enamorado) y aunque las conclusiones a los que llegan nuestros personajes no son siempre satisfactorias, llevan a un momento crucial en el que la vida ya significa otra cosa y es momento de seguir adelante. Destaca como un placer elemental la música de Umitarô Abe que abre la película con un violín y reaparece en momentos importantes a lo largo de la película para asegurarnos que seguimos enfocados en esta historia.
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Epitafio
Selección Oficial Largometraje México
Dir. Rubén Imaz y Yulene Olaizola
GTO | Viernes 29 | 16:00 hrs | Teatro Juárez
La Escala Richter dice: La humanidad tiene una larga historia de conquistar tierras y de sentir un derecho divino a tomar lugares que no son suyos. La mayor parte de nuestro continente (si no es que todo) fue conquistado en algún momento por una nación europea en un tiempo cuando todas estas naciones sentían una obligación de expandir sus territorios y tomar lo que iban descubriendo. Esta es la historia de tres soldados del ejército de Hernán Cortés que están en nuestras tierras con una misión: escalar a la cima del Popocatépetl y de ahí desarrollar la mejor estrategia para tomar la ciudad de Tenochtitlán. La cabeza de esta misión es Diego de Ordaz (Xabier Coronado), un hombre que se siente conectado con algo divino y mira todo lo demás con desprecio. Lo acompaña Gonzalo de Monovar (Martín Román), un soldado que lleva mucho tiempo con Ordaz y lo conoce mejor que nadie y con Pedro (Carlos Triviño) un joven soldado en su primera misión en el Nuevo Mundo.
Lo que sucede no es sorprendente. Todos sabemos que Cortés conquistó nuestras tierras, que la civilización de Tenochtitlán fue derrotada y que México fue la Nueva España por 300 años y cualquiera que haya estudiado a Diego de Ordaz sabrá que llegó a la cima, pero esta no es una película de suspenso, sino una examinación de un conquistador y su deseo de pasar a la historia como una figura importante. Xabier Coronado no es actor y hay momentos en los que se nota su falta de experiencia, pero uno nunca duda el compromiso y la creencia de este personaje. La biografía de Coronado dice que trabajaba en una biblioteca, cosa que me lleva a suponer que ya conocía esta historia y se apasionó con este personaje por lo que ha leído de él. De todas formas, esta película tiene más en común con una película meditativa de Terrence Malik que con un melodrama histórico.
Lo que destaca es la fotografía a cargo de Emiliano Fernández (que según su perfil de IMDb, solo ha hecho un corto antes que esto, cosa que es difícil de creer), hecha con luz natural y examinando los climas alrededor del Popocatepetl, con el propósito de crear un retrato bastante atinado (lo más atinado posible en menos de 90 minutos) de lo que fue para estos hombres escalar este volcán en lo que está activo, lo que probablemente sintieron al llegar a la cima. Es una experiencia para la pantalla grande, donde se puede tener una idea más atinada de las maravillas y las dificultades que se encuentran en esta odisea. Su trama prácticamente inexistente hace que la experiencia se vuelva pesada, pero al final del día, eso es lo que fue para ellos escalarla.
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