La potencia narrativa en la imagen sofisticada
Laura Sisteró es una directora originaria de Barcelona quien junto a Alejo Levis dirigió Waste, un hermoso y al mismo tiempo brutal cortometraje inmerso en un mundo pastel, donde lo femenino es dominado por un poder extraño. Una pieza en donde tanto lo estético como lo narrativo, nos vuela la cabeza.
Laura y Alejo son fundadores de DOSCABEZAS, un dúo de directores que artística y personalmente se complementan entre ellos, realizando publicidad y proyectos audiovisuales. En esta ocasión, Laura viajó a México para estar presente en la vigésima edición del Festival Internacional de Cine Guanajuato, representando a este gran binomio y simbolizando el poder femenino detrás y dentro de la gran pantalla. La presencia de Laura Sisteró en la vigésima edición del Festival Internacional de Cine Guanajuato, fue gracias al apoyo de movilidad PICE, de la Acción Cultural Española, AC/E.
ENTREVISTA
¿Cómo surgió Waste?
Este proyecto nació porque Juli Carné, el director de fotografía, tenía tiempo y dinero ahorrado y quería trabajar conmigo para hacer una pieza bonita. El tenía muy claro una estética definida, quería hacer un fashion film con una firma de ropa interior. Le comenté esta idea a Alejo pues empezábamos a trabajar juntos en publicidad y otros proyectos, también a la productora con la que estamos trabajando que es Petra Garmon. Juntos decidimos que podíamos llevar ese proyecto mas allá y hacer un cortometraje.
Sabemos que coescribiste el guión con Alejo, ¿qué inspiró la historia?
Fue muy interesante el aspecto de querer hacer algo bonito, la locación también estaba muy clara, es la casa de los padres de Juli y todos queríamos rodar ahí. Teníamos unas premisas y a alguna de las actrices, que todas son muy conocidas en España. Todas son increíbles, muy buenas y reconocidas. Tuvimos la fortuna de que, en cuanto se apuntó una, se sumaron las demás. Teníamos chicas, una marca de ropa interior, un piso y no queríamos contar algo banal, queríamos contar algo.
Tanto Alejo como yo tenemos referentes a lo inquietante, a la ciencia ficción… y se nos ocurrió esta idea. Yo estaba haciendo un curso de teatro, simplemente para formarme más como directora. Ahí nos pusieron un ejercicio que era seguir un palo y ser ese palo. Pensé que era muy liberador no pensar y seguir ese objeto. Pensamos que sería interesante jugar a eso y darle al corto algo de video danza, haciéndolo muy bonito pero a su vez, a mi también me gusta que en las historias haya algo de brutal, que no sea banal, que haya algo puro ahí, un sentimiento, un conflicto muy fuerte.
Se llama Waste porque es sobre cómo se cree algo o se genera una religión, casi una forma de vivir a través de un objeto que para otra persona no es nada, es un desecho. Este lápiz que va apareciendo aleatoriamente en los cajones ha creado una relación de poder entre estas chicas, una relación súper tóxica.
Está ambientado un poco en fantasía porque ellas son muy bonitas, con su ropa también muy bonita y ahí nació cómo curamos todo el guión. Había algo importante también acerca de que era un hombre el que llevaba el lápiz, un poco sobre la sexualización de la mujer a través de símbolos masculinos, como lo es un lápiz.
La historia está un poco difuminada, es un poco críptica, que también nos gusta, porque es un poco post narrativa, no es súper claro qué es lo que está pasando y damos pistas para que entres en ese mood, más que al saber lo que sucede en cada momento, al final todo tiene un porqué, no hay nada al azar.
¿En cuántos días se realizó?
En dos días y después volvimos a hacer unas tomas y filmamos cosas que nos faltaban, pero en total, tres días.
¿Qué mensaje querían dar al mostrar algo tan femenino y brutal al mismo tiempo?
A Alejo y a mí nos gusta contar cosas fantasiosas y con esto nos dejamos llevar al darle nuestro punto brutal a algo que sería tan bonito y finito, algo violento a lo delicadito, como se ve con una de las chicas que es una modelo tan bonita y al final tiene una potencia muy fuerte.
El mundo femenino y delicado, las chicas, lo brutal y que están como poseídas por este poder, tiene muchos significados. Al principio no sabíamos cómo clasificarlo, más que ficción yo creo que se engloba en lo experimental, aunque no está abierto; hay un inicio, un conflicto y un final claro, pero sí que da pie a muchas interpretaciones porque se basa en muchos símbolos y los símbolos cada uno se los hace suyos, dependiendo como tú ves el mundo.
En cuanto a los símbolos, veo que usas el mismo anillo que una de las protagonistas en el corto, ¿qué significa?
Este es mi anillo, que desde hace como diez años o más, es un símbolo mío. Como usamos mucho las tomas de las manos, necesitábamos ponerle algo a una de ellas para identificarla, aparte que es un anillo muy poderoso; el ojo, referente a lo divino…
Me gustaría ponerlo en cada una de las cosas que hiciese, como un sello personal.
¿Cómo fue codirigir con Alejo?
Alejo y yo nos conocimos hace como dos años y los dos trabajamos para esta productora Petra Garmon y en un encargo de una publicidad, nos pusieron a codirigir. Nos conocíamos de vista pero trabajar juntos fue fascinante, teníamos los mismos referentes y es una persona súper creativa y súper talentosa y yo creo que también le aporto algo a él. Cuando salió esto, él estaba a punto de rodar su segunda película y su ayudante de dirección no podía asistir, me preguntó si yo quería hacerlo y dije ¡pues claro!, entramos en sintonía, montamos el dúo de realizadores para trabajar en publicidad de una forma diferente; suele ser muy amargo así que queríamos hacer algo más ligero.
Ya habíamos codirigido comerciales y este proyecto de Waste vino a mí, pero pensé que quería hacerlo con él. Era el primer proyecto un poco más personal que hacíamos juntos. Nos aportamos mucho porque creemos en ambos y confiamos mucho en el talento del uno y del otro, eso hace que nos dejemos llevar a otro punto. Alejo ha hecho dos películas y eso se nota, es excelente dirigiendo a sus actores. A mí, por ejemplo, me gusta más la improvisación, lo que pase en el momento y él es más de planificar, nos complementamos.
¿Cuál será tu próximo proyecto?
Ahora estoy en otro mundo, estoy escribiendo una peli de ficción, como un thriller. Pero específicamente, ahora estoy enfocada en un documental que hice en Rusia, llamado Tolyatti Adrift. Acabamos de publicar el teaser y estamos buscando financiación internacional junto con Boogaloo films, una productora de Barcelona muy buena de documentales. Será mi primer largo documental, ¡es muy chulo!
Es en una de las ciudades más pobres de Rusia, como el Detroit ruso, porque la fábrica de coches Lada, de la Unión Soviética, -que era muy fuerte-, sigue estando pero cerraron muchas plantas y mucha gente se ha quedado sin trabajo. Hay un paro juvenil muy alto y éstos jóvenes han adoptado el coche Lada 2101, que representaba el bienestar en la Unión Soviética. Los compran muy baratos, los pintan y maquean, los hacen derrapar en los estacionamientos los fines de semana. Los queman y es como una forma de expresión y un canal de angustia del “no future”.
Laura, ¿algo más que quieras agregar?
Me gustaría agradecer a Catalan Films, que escoge cinco cortos cada año y tuvimos la gran suerte de ser seleccionados. Nos han traído hasta aquí apoyando la distribución. También agradecer a Petra Garmon, Juli Carné y a Alejo. Son pilares de este proyecto y sobre el festival magnífico, me gustaría dar las gracias a todos. Me parece increíble y ojalá todos los festivales de cine del mundo fueran gratuitos para que la gente y la cultura llegara de esta manera.