Un binomio de mujeres imbatibles
Roshell Terranova es una actriz y empresaria mexicana quien afirma tener muchos años de ser una mujer transgénero porque, “así nace uno”. Liliana Alba es también, una actriz y activista pero que no se considera a sí misma como una persona transgénero, sino como “travesti de todos los días”. Originarias de la Ciudad de México, ambas se encuentran presentes en esta edición de los 20 años del Festival Internacional de Cine Guanajuato para orgullosamente representar Casa Roshell, película de la directora chilena Camila José Donoso, en donde el espejismo de mujeres de éstas actrices participa bellamente.
Viajando a través de una delgada línea entre lo real y la ficción, este film nos muestra lo que ocurre una noche dentro de la Casa Roshell, que en realidad, es el Club Roshell, un lugar fundado por esta actriz 13 años atrás, en donde los hombres, son mujeres. El Club nació por la necesidad de Roshell de tener un espacio para ella misma ya que, como ella menciona, hacer una transición no es fácil. En su caso, a pesar de haberle tocado la generación X, en donde en la sociedad el travestismo era muy mal visto, incluso como un símbolo de delincuencia o de enfermedad mental, para ella este proceso no fue tan difícil ya que tuvo el apoyo de su familia desde un principio. “Pensaba que era un chico gay hasta que me di cuenta de que era transexual”, comentó.
Así, Roshell dejó la empresa donde trabajaba como publicista para abrir con un socio una estética, en donde gente travesti llegaba y le pedía ayuda para vestirse, maquillarse, peinarse, guardar su ropa e incluso, ayuda legal o psicológica. Se empezaron a dar talleres y Roshell comenzó a vender todo lo necesario para el travestismo, “fue un conjunto recíproco de ambas partes y así nació el Club”. Liliana y su historia como travesti comenzó hace 10 años cuando conoció a Roshell y comenta la admiración, tanto empresarial como personal que tiene hacia ella.
Ahora ambas brillan en este universo mágico y rojizo de Casa Roshell, no por sus lentejuelas, sino por la belleza melancólica de su femineidad, dentro y fuera de la gran pantalla.
ENTREVISTA
Fuera de la ficción ¿cómo se acerca Casa Roshell al Club?
Roshell: Se parecen mucho porque ese refugio que refleja la película, ese santuario, es para toda la comunidad LGBT y la travesti sobretodo, un reflejo de la hermandad que surge ahí, cómo la gente va a desarrollar su parte femenina donde encuentra un espacio y no se siente discriminado y es lo mismo en ambos lugares. En la película sólo se cuenta un día de lo que sucede ahí, apenas unas historias de las muchas de los 13 años que suceden en Club Roshell, es una pequeña parte pero en esencia, eso es lo que pasa.
Liliana: La visión empresarial de Roshell es admirable. Todo lo que se hace ahí y el apoyo que se da es muy importante para la comunidad LGBT, ayer por ejemplo, se presentó un libro de una autora que es lesbiana. No sólo la comunidad travesti es bienvenida sino también la gay, sin importar, todos y todas son bienvenidos.
¿Cómo fue su acercamiento con Camila José Donoso?
Los viernes hacemos un show cabaret donde nos visita gente de todo tipo, de cine, actores, empresarios, etc., y un día un grupo del club de la UNAM la llevó porque en ese momento estaba haciendo otro documental sobre el tema. Le encantó el lugar, se quedó en México un ratito y comenzó la amistad. Después nos escribió diciendo que quería hacer un film sobre nosotras y ahí empezó todo. Se vino a México cuatro meses para estar conviviendo como cualquier cliente, conociendo la comunidad y le contaban sus historias. Todo se fue dando y con poco presupuesto, con los involucrados y nosotras, se filmó en seis días. Cuando tiene que darse un proyecto, todo empieza a fluir.
¿Creen que Casa Roshell puede sensibilizar al público, especialmente a la sociedad machista en México?
Liliana: Más allá de sensibilizar, puede haber una apertura por las historias que se cuentan, por la gente que entra, al ver la película puede haber alguien en la sala que diga “hoy es cuando” o simplemente dejar de ser homofóbico, o decir “acá en mi estado no existe una Casa Roshell”. La película ayuda a nuestro México en ese sentido. Hace poco fuimos a Monterrey y causó mucha curiosidad el saber que existe una casa así en la realidad, había gente que era travesti y ahora se acercan y sirve para que digan “no estoy sola”.
Roshell: En la película se nos ve como a través de una cerradura, sin prejuicio social y nos aterriza como seres humanos, como lo que somos, y la gente comienza a conectar con esa necesidad que tenemos de ser aceptados, reconocidos y vivir libres en un país, como cualquier otro ciudadano, conecta con las necesidades y nuestros derechos fundamentales como individuos.
¿Qué pueden recomendarle a la comunidad y a la gente en general que quiere ser más activa en cuanto a la defensa de sus derechos?
Roshell: Estamos en conexión con la REDAC, donde congrega organizaciones para prevenir la discriminación en la Ciudad de México. Trabajamos en conjunto y guiamos a la gente, cuando llegan ahí con problemáticas de discriminación en hogares, trabajos o han sido violentados, se ha hecho un importante trabajo con estas organizaciones, pero debemos hablar el mismo idioma en todo nuestro país. Cada estado está gestando su propio movimiento y algunos buscan nuestra guía de cómo hemos equiparado a otras iniciativas que van la vanguardia como Argentina, por ejemplo.
Liliana: Que nos visiten en el Club o nos busquen en nuestras redes sociales, o incluso a Roshell, y con gusto les apoyamos con cualquier duda. Contáctenos, ya sea para algo legal o personal.
Desde su perspectiva, ¿creen que el cine es una herramienta para el cambio?
Roshell: Debe de serlo, porque hay otro tipo de contenidos y desgraciadamente aún puede ser una elite. La gente que busca cultura puede ver este tipo de películas y es muy importante, pero el cine y la televisión forma a la gente y el avance es lento. En medios abiertos donde las personas que no tienen acceso a cable o a redes sociales o a Internet, pues, siguen teniendo que ver lo que la televisión abierta les da y nuestra comunidad es siempre estigmatizada y ridiculizada con sus personajes. A mí me han propuesto hacer papeles que no me han gustado porque no puedo prestarme a seguir ridiculizando a mi comunidad. Siempre que sea un proyecto bueno y que nos dignifique, es muy importante. El cine en general y nuestra comunidad en México está repuntado esta industria y ha mejorado la cultura social de nuestro país.
Liliana: En el cine cuando se tratan temas de otras cuestiones como el racismo o la delincuencia, ya crea una conciencia, el cine con contenido está para ayudar.
“Para nosotras es importante estar cerca con la gente, por eso cuando aceptamos una entrevista para nosotras es muy importante, por ejemplo en las conferencias que damos en las universidades, les decimos que ellos son los nuevos padres y educadores. Enseñar a las nuevas generaciones la cultura del respeto, con eso avanzamos y basta; respeto a la comunidad, al ser humano, a la vida, al planeta, a todo”.
–Roshell Terranova.