[vc_row][vc_column][vc_gallery type=”image_grid” images=”20465,20466,20467″ img_size=”176×150″][vc_empty_space][vc_column_text]En el marco de la XXI edición del Festival Internacional de Cine Guanajuato, se llevó a cabo el día de ayer la Conferencia Magistral del homenajeado Damián Alcázar, que tuvo lugar en el Teatro Principal de la capital guanajuatense.
Admiradores de la amplia trayectoria del talentoso actor se dieron cita en este recinto para escuchar de cerca su experiencia en los múltiples proyectos cinematográficos en los que ha participado, así como su opinión sobre diversos temas que van desde la vida política hasta su vida privada.
El multipremiado actor narró a los espectadores cómo comenzó su carrera actoral estudiando en la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana y dedicando ocho años de su vida a los escenarios, trabajando en compañías de repertorio, hasta que gracias a Gabriel Retes y su película La ciudad al desnudo ingresó al mundo del cine para quedarse.
Mereció especial atención su trabajo colaborativo con Luis Estrada en películas como La Ley de Herodes, Un mundo maravilloso, El infierno y La dictadura perfecta, con las que el actor ha obtenido un amplio reconocimiento por parte del público mexicano.
Alcázar declaró estar interesado únicamente en hacer películas con mensaje social, colocando el compromiso con su sociedad por encima de cualquier interés económico. “Prefiero estar sin dinero, pero hacer lo que yo quiero”, aseguró.
Mencionó que el trabajo que realizó con Disney en la película Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian lo aceptó únicamente porque se trataba de literatura infantil fantástica y por lo tanto podía sentirse cómodo con el papel.
Aseguró que él se siente un actor latinoamericano y que una de las cosas más gratas que le ha dejado su profesión es el cariño que la gente le profesa. Este amor lo nutre y lo hace sentirse comprometido con hacer películas de calidad para su público.
Por último, el actor hizo hincapié en la urgente necesidad de atender el cine mexicano, recordando que el modelo neoliberal ha afectado la distribución del cine nacional e internacional, limitando la exhibición a filmes provenientes de la gran industria hollywoodense. Insistió en que, aunque el cine puede ser industria, también es cultura y es responsabilidad del estado ocuparse de su fomento, creando, por ejemplo, sitios como la Cineteca Nacional en cada estado del país.
Reiteró que el arte mantiene los valores humanos por encima de los intereses del capital y que al descuidársele se acaba la cultura, viene la pobreza, y el resultado es el país violento que tenemos. Alcázar dijo ver la posibilidad de un cambio en este terreno a partir de la entrada del nuevo gobierno y aseguró tener esperanzas de poder construir un mejor país, donde se atiendan primero los problemas fundamentales del campo, la salud y la pacificación de la nación, y después se brinde el apoyo al cine que tanto deseamos los amantes del séptimo arte.
Al final de la charla, se dio un espacio para las preguntas del público, que participó muy entusiasmado. Damián Alcázar, haciendo gala de su habitual disposición, pidió incluso extender el tiempo para atender la mayoría de las dudas posibles.
Así se vivió la Conferencia Magistral con el galardonado actor, quien se mostró muy contento de estar presente en el festival y poder compartir este espacio con el público cinéfilo. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]