Un filme atrapante con una conclusión inesperada y uno de los mejores giros de tuerca en la historia del cine.
Por Jonathan Eslui / @JonathanEslui
Título original: The Sixth Sense
Dirige: M. Night Shyamalan
Elenco: Bruce Willis, Haley Joel Osment, Toni Collette
País: Estados Unidos
Duración: 107 minutos
Existen diálogos de películas que pueden llegar a marcar a generaciones de cinéfilos y que a pesar del paso del tiempo se quedan grabados en la memoria colectiva, esto pasó con la emblemática línea de Haley Joel Osment en Sexto sentido (The Sixth Sense) cuando con un rostro lleno de miedo hace una revelación perturbadora: “veo gente muerta”. Aquella escena sigue teniendo el mismo efecto impactante que tuvo la primera vez que la película fue proyectada en cines, han pasado ya 20 años desde su estreno y en ese momento pocos se imaginaban que estaban ante una de los mejores cintas que se han hecho en mucho tiempo.
Con una inteligente combinación de drama, terror y suspenso, en 1999 un entonces poco conocido M. Night Shyamalan llevó a la pantalla grande una historia original que comenzaba como un thriller sobre un sicólogo que después de pasar por una experiencia traumática con uno de sus antiguos pacientes tiene la oportunidad de ayudar a un niño retraído que constantemente es víctima de los abusos de otros niños.
Las escenas avanzan y poco a poco la historia va tomando forma hasta que descubrimos lo que sucede realmente con el joven protagonista y entonces la cinta se convierte en una más inclinada al terror con elementos sobrenaturales. Sin mayores efectos especiales y confiando completamente en su bien estructurado guion, así como en las actuaciones del elenco a su disposición, Shyamalan nos entrega un escalofriante relato de fantasmas en el que un niño tiene un desafortunado don para ver y hablar con los muertos.
También hay que destacar lo hecho por M. Night Shyamalan en la dirección, sobre todo porque fue con Sexto sentido que por primera vez nos mostró sus verdaderas capacidades como realizador y contador de historias. Su estilo al dirigir resultó único en esos momentos y a 20 años del estreno de la película ésta se mantiene vigente. De igual forma, las buenas actuaciones de Bruce Willis y Haley Joel Osment son fundamentales para el adecuado desarrollo de la trama.
Shyamalan encontró la forma de sacar a Bruce Willis de su zona de confort y en lugar de mostrarlo en su papel de casi siempre de sujeto rudo que ese efectivo a la hora de patear traseros, nos entrega a un hombre intentando salir adelante sin saber el destino al que será enfrentado, lo vemos sufriendo por los errores de su pasado e intentando rescatar una relación perdida y nadie espera lo que sucede con él al final, en el que es uno de los giros de tuerca que más emoción e impacto han causado en la historia del cine. El director también pudo aprovechar todas las capacidades como actor del joven Haley Joel Osment y lo hizo visible a nivel global como una de las grandes promesas entre los actores de su generación.
Sexto sentido es sin duda una de esas películas que no es fácil olvidar después de verlas y que te quedas con ganas de ver nuevamente para disfrutar una vez más tanto de su historia como de cada uno de sus cuidados detalles. Lo que Shyamalan hizo aquí, ni siquiera él mismo lo ha podido repetir y nos entrega una cinta que funciona en todos los sentidos con un final tan inesperado como efectivo.