GIFF celebra los cien años de la industria fílmica filipina y ofrece homenaje a Kidlat Tahimik
La noche de ayer se llevó a cabo la alfombra roja en honor al País Invitado de Honor de este año: Filipinas. Como en todas las alfombras rojas, el programa inició con una pasarela patrocinada por Project Glamour, que sirvió para mostrar los vestidos realizados por talento mexicano.
En la alfombra roja estuvieron presentes personalidades de la cinematografía mexicana como Edgar Nito, Juan Pablo Ramírez, Andrés Durán, Sofía Alexander, Aranza Ruiz, Francesca Guillén o Sahit Sosa. También desfiló por ella el legendario patinador estadounidense Tony Alva, que fue objeto de un documental que se presentó como Muestra Especial en esta edición el festival.
Posteriormente el conductor Christian de la Luz recibió a la delegación filipina, quienes fueron recibidos con cálidos aplausos y vítores de los asistentes, dando muestra de la legendaria hospitalidad que ofrece esta ciudad patrimonio cultural de la humanidad. La delegación filipina agradeció el recibimiento y expresaron su esperanza de que esta ocasión sirva para estrechar los vínculos entre nuestras dos naciones. El homenajeado director Kidlat Tahimik habló sobre su experiencia en Cañada de la Virgen y urgió a los cineastas a recuperar sus propias historias.
Una vez dentro del Auditorio del Estado, la actriz nominada al Ariel Sofi Alexander cedió la palabra a María Liza Diño, presidenta del Consejo de Desarrollo Cinematográfico de las Filipinas, quien compartió unas sentidas palabras con las que agradeció el recibimiento de los guanajuatenses y dijo haber encontrado a sus hermanos. “Caminar por los callejones de Guanajuato, conocer a su gente cálida, compartir comidas, me hizo sentir en casa. Estoy segura de que toda la delegación comparte mi sentir”, apuntó. Finalizó con la esperanza de que a través del cine podamos descubrir nuestras herencias compartidas.
Posteriormente a la introducción de su homenaje, el director Kidlat Tahimik, ataviado con toga y birrete, realizó un fabuloso performance en el que abordó con ironía el modo de hacer cine influenciado por la cultura del “blockbuster” hollywoodense e invocó a los espíritus ancestrales de su país para poder recobrar el modo de hacer historias endémico, previo a los desarrollos tecnológicos de la modernidad.
Prosiguiendo con el acto protocolario, la directora del Instituto Estatal de la Cultura, Adriana Camarena de Obeso —quien acudió en representación del gobernador Diego Sinhué Rodríguez Vallejo—, agradeció la presencia en nuestra entidad del padre del cine filipino independiente y destacó los lazos históricos y culturales que unen las almas de nuestros pueblos.
Por su parte, Sarah Hoch (fundadora y directora ejecutiva del GIFF), hizo entrega de la Cruz de Plata, reiterando el honor que ha sido tener al director filipino en México, y haciéndole saber que todos los asistentes al festival valoran de forma muy especial su sabiduría. “Te hemos escuchado y te hemos sentido”, anotó.
Para finalizar, Kidlat Tahimik agradeció el trofeo con estas palabras: “Acepto muy honrado esta cruz de plata y espero volver a México”. Después presentó el estreno latinoamericano de Lakbayan (El Viaje), película antológica dirigida en colaboración con Lav Díaz y Brillante Mendoza, esperando que diera un excelente panorama de la cinematografía filipina.
De esta forma finalizó el homenaje a Filipinas, cuyo festejo por sus cien años de cinematografía ha sido un motivo más que suficiente para que el GIFF rinda tributo a esta vibrante cultura del sureste asiático.