El esfuerzo perdurable
Con sus casi cinco décadas de trabajo infatigable en los laboratorios de los Estudios Churubusco, Guadalupe Ramírez ha sido determinante para que el público mexicano disfrute del séptimo arte.
El interés de Guadalupe por el cine probablemente surgió debido al trabajo que su padre desempeñaba en el área de construcción de los Estudios Churubusco Azteca. Sus anécdotas de producción captaron la atención de Guadalupe, por lo que en los años setenta ingresó a trabajar en el Laboratorio de los Estudios como auxiliar en el departamento de corte sincrónico.
Progresivamente fue adquiriendo conocimientos y desarrollando habilidades que le permitieron avanzar dentro del departamento, al mismo tiempo que estudiaba la licenciatura en Pedagogía en la Universidad Nacional Autónoma de México. Al cabo de unos años fue ascendida a encargada de departamento, y al finalizar la carrera su interés por la industria cinematográfica permaneció.
Guadalupe lleva 48 años trabajando en los estudios, 31 de los cuales ha dedicado a la dirección del departamento de corte de negativo. En ese tiempo ha desempeñado varias actividades, como sincronizar películas nacionales y extranjeras, ensamblar, cortar negativo, revisar y restaurar todo tipo de materiales y formatos fílmicos.
En todos estos años ha tenido la oportunidad de trabajar con una gran cantidad de editores, productores, directores, estudiantes y demás personas del gremio. La lista de películas, comerciales, cortometrajes, tesis y proyectos en los que ha estado involucrada es extensa. Algunos títulos en los que colaboró como cortadora de negativo son: Principio y fin de Arturo Ripstein; Las vueltas del citrillo de Felipe Cazals; Hijas de su madre, Las Buenrostro de Busi Cortés; Perfume de violetas de Maryse Sistach y José Buil; La ley de Herodes de Luis Estrada; El Bulto de Gabriel Retes; Lola de María Novaro; Atlético San Pancho de Gustavo Loza; Santitos de Alejandro Springall; La mujer de Benjamín de Carlos Carrera; Párpados azules de Ernesto Contreras; Amores perros de Alejandro González Iñárritu; Sólo con tu pareja de Alfonso Cuarón; El violín de Francisco Vargas; Conozca la cabeza de Juan Pérez de Emilio Portes; 5 días sin Nora de Mariana Chenillo y Flor de fango de Guillermo González.
Actualmente su trabajo se encuentra encaminado mayormente hacia la restauración física de material fílmico, colaborando en proyectos extensos como la Colección Barbachano, que incluye comerciales, programas de televisión, películas, cortometrajes y el conocido, noticiero continental.
El trabajo de Guadalupe Ramírez ha involucrado un gran sentido de atención y responsabilidad; ha sido complejo y algunas veces cansado, incluyendo temporadas en las que el trabajo se extendía a las noches y los fines de semana. Siempre apoyada por el calor de su familia y su esposo, Guadalupe se encuentra satisfecha por lo realizado. Su trabajo ha sido reconocido en reportajes para periódicos, revistas, programas y cápsulas en diversos canales de televisión.
Con el mayor respeto a su trabajo, y a la enorme cantidad de arte y entretenimiento que han pasado por sus laboriosas manos como un paso indispensable para el disfrute del séptimo arte por parte del público mexicano, el Festival Internacional de Cine Guanajuato rinde un sentido homenaje a Guadalupe Ramírez. Las décadas invertidas en una pasión inquebrantable la vuelven un pilar para el cine mexicano y una digna representante de las mujeres en la industria del cine y la televisión.