[vc_row][vc_column][vc_column_text]
Manolo Caro nos enseña que a veces los amigos no se cuentan todo y que todos podríamos tener secretos oscuros que acabarían con una buena amistad.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/2″][vc_single_image image=”21010″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][vc_column width=”1/2″][vc_column_text]
El año pasado (2017), el cineasta español Álex de la Iglesia nos regaló una de sus mejores películas hasta ahora, Perfectos desconocidos, que era un remake de la cinta italiana Perfetti sconosciuti, la cual en 2016 alcanzó un éxito notable tras su estreno en cines. Ahora, con el estilo ya tan característico de Manolo Caro en la dirección, llega la tercera versión cinematográfica -la mexicana- de la historia sobre un grupo de buenos amigos cuya relación es puesta a prueba durante una cena que comienza como cualquier otra de sus reuniones.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
De la misma forma en la que sucede en las dos entregas anteriores, en la nueva Perfectos desconocidos una reunión casual de amigos se pone más interesante, por decirlo de algún modo, cuando, en un afán de hacer algo que no sea lo de siempre, todos los presentes se ponen de acuerdo en jugar un revelador juego que consiste en poner todos los celulares en la mesa para que todos sepan cuando alguien recibe algo y así cada uno de los involucrados tendrá que mostrar sus nuevos mensajes a los demás o leerlos en voz alta, y contestar frente a todos cuando sus teléfonos suenen, sin importar quien esté llamando.
Tres parejas y un hombre soltero que llega sin compañía, a causa de que su compañera se encuentra indispuesta, se reúnen para cenar y ponerse al día mientras también beben algo, todos se conocen desde hace mucho tiempo y existe una gran confianza al igual que cariño entre ellos, o al menos eso es lo que podríamos creer en primera instancia, ya que poco a poco van destapándose sus secretos y es interesante ver cómo es que cada uno reacciona ante aquello que los demás ocultaban. Como suele ocurrir en ese tipo de reuniones, los temas de conversación giran alrededor de las situaciones laborales de cada uno de los presentes, diversas cosas de actualidad, su vida familiar -sobre todo con aquellos que ya tienen hijos- y los chismes relacionados a conocidos en común, siendo uno de estos el que los motiva a estar expuestos.
Siete amigos ponen sus celulares sobre la mesa, los mensajes y las llamadas comienzan a llegar, la noche avanza y no pasa nada fuera de lo extraordinario, pero poco a poco Manolo Caro va atrapando nuestra atención y sentando las bases para que comience un segundo acto en el que, tras una necesaria introducción en la que se presenta a los personajes, los descubrimientos que se hacen van subiendo de intensidad cada vez más para detonar en un tercer acto que resulta revelador, hilarante, por momentos incómodo y sumamente entretenido. También es interesante ver las reacciones de los amigos al darse cuenta de todo lo que los demás hacen y las reacciones de quienes son descubiertos y que miran esperando ser juzgados por aquellos a los que les ocultaban algo.
Conforme avanza la película, ésta se desarrolla como si se tratase más de una puesta en escena que de una producción cinematográfica, el 90 por ciento de la cinta tiene lugar en un hogar que se convierte en una zona de guerra en la que nadie está a salvo y en la que por momentos somos testigos de un “todos contra todos”. Se trata de un filme sencillo que se sostiene en las actuaciones de sus protagonistas, en lo que se vuelve un ensamble actoral notable con Bruno Bichir, Manuel Garcia-Rulfo, Franky Martín, Miguel Rodarte, Cecilia Suárez, Ana Claudia Talancón y Mariana Treviño. Cada integrante del elenco cumple con una función específica para que la historia avance de la mejor manera posible y el final queda claro que el casting fue el más adecuado.
Explorando lo que significa la verdadera mistad, la falsedad que puede haber detrás de los supuestos amigos, el hecho de que conocer a alguien desde hace mucho tiempo no significa que realmente se le conozca, lo complicado de las relaciones amorosas, las crisis de los matrimonios, el trabajo que representa tener hijos, los engaños y las mentiras entre “seres queridos”, la intolerancia que todavía existe en la sociedad ante la homosexualidad y la forma en la que los teléfonos celulares se han convertido en auténticas cajas negras en las que se registran tanto las vidas como las acciones de sus dueños, pues si alguien ve lo que hay en tu celular tal vez conocerá tus más oscuros secretos.
Perfectos desconocidos es una película que entretiene y te deja pensando sobre la amistad, los secretos y lo complicadas que pueden ser las relaciones personales; es una buena opción si se busca algo interesante para ver en el cine y pasar un buen rato, además de que es otro buen trabajo de su director.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]