Creando atmósferas, no sets
“Yo soy tan apasionada en mi trabajo que todo lo sufro y lo gozo.” – Brigitte Broch
El Festival Internacional de Cine Guanajuato se honra en contar con la presencia de la artista Brigitte Broch, quien ofreció una Conferencia Magistral por la mañana, con sede en el hotel Mesón de San Antonio en Guanajuato Capital. Dando énfasis en el carácter de nacional, el GIFF le brinda un merecido homenaje a esta luminaria quien se considera profundamente mexicana, porque además de haber llegado desde hace más de 50 años desde Alemania a nuestro país, es una gran contribuyente de la cultura y del cine mexicano.
Moderada por el reconocido cinefotógrafo, Stephen Goldblatt, Brigitte Broch compartió un poco acerca de su maravilloso mundo de realidad y fantasía. Confesando que jamás estudió diseño o materias afines, su carrera comenzó desde que soñó en querer ser actriz y bailarina. Siguiendo su instinto, incursionó en el mundo del cine declarándose una autodidacta, específicamente en la dirección de arte. Hoy en día, es un referente en el diseño de producción de las películas más icónicas de las ultimas décadas. Mencionando algunas, destacamos su trabajo en Cronos del director mexicano Guillermo del Toro, para posteriormente ganar en el 2000 el Ariel por Mejor Diseño de Arte con Sexo, pudor y lágrimas. Directores mexicanos reconocidos internacionalmente buscan trabajar con ella, tal es el caso de su gran amigo Alejandro González Inárritu, quien dijo en alguna ocasión que Brigitte es un personaje que, desde su parte extranjera, ve nuestra cultura de una forma muy rica.
Brigitte Broch ha ganado diferentes premios, construyendo siempre historias que navegan el océano de la complejidad. Tras más de 30 producciones mexicanas e internacionales, contribuye – “en cuerpo y alma” como ella bien menciona-, de una manera inigualable al cine, pero sobretodo, al cine mexicano.
La homenajeada del GIFF dejó muy en claro que para la realización de su trabajo, lo más importante antes de iniciar con cualquier proyecto fílmico es su interés en la conexión con el cineasta, y muy importante además, el saber si el personaje detrás de la cámara tiene interés en el diseño de la producción. Una relación muy importante entre director-cámara-director de arte, que como ella refiere “es una relación de extrema comunicación”.
Para Brigitte, el Diseño de Arte es un proceso hermoso en el que descubres lo que las locaciones pueden brindarte, es descubrir el discurso del espacio, pero además, es importante porque le das un extra a los actores para que se sientan dentro de la historia, su historia. Ella extendió además un consejo muy importante a todas aquellas personas interesadas en incursionar en la producción de arte, principalmente a los jóvenes, que fue leer y culturizarse, analizar mucho cine. “Todo requiere un buen esfuerzo y por lo tanto una gran perseverancia”, recalcó.
Una de las asistentes preguntó a Brigitte acerca de su experiencia en la película La hija del Puma, a lo que ella contestó que emocionalmente fue la película que más le marcó. Destacando que, al descubrir esa alma maya y esas raíces en México que requería la película, confirmó que eso era lo que deseaba hacer toda su vida. Para finalizar, se le cuestionó sobre los aspectos visuales de su trabajo, a lo que respondió que el decorador debe trabajar íntimamente con el diseñador; es un dúo que debería de ser inseparable porque depende uno del otro.
“Es una profesión que se sigue construyendo y formando, lo más importante para un diseñador es aplicar su sensibilidad y trabajarla, ampliarla a través de la cultura, trabajarlo para que sea algo a flor de piel”, comentó.
“Mi estilo es ser extremadamente detallista. Cada película y cada guión necesita su propio diseño, nunca repito nada, trato de realizar y llevar a buen fin hasta el último detalle. Mi sello es esta meticulosidad porque aunque no se vea, procuro dar el giro de 360º, para darle al actor la sensación de estar en un espacio real y darle al camarógrafo y al director un lugar más para jugar”, concluyó la homenajeada nacional de esta vigésima edición del GIFF.
Brigitte Broch se involucra sin reservas con el viaje al que invita cada historia y pone todo su talento al servicio del tejido meticuloso de los elementos que construyen una escenografía, donde su aparente silencio y sutileza le dan sentido a las vidas que por minutos dejan de ser una ficción.