[eltdf_dropcaps type=”normal” color=”” background_color=””]C[/eltdf_dropcaps]ada año la Asociación Mujeres en el Cine y la Televisión entrega el premio La Musa, una bella estatuilla creada por la escultora Elena Somonte, a dos mujeres de reconocida trayectoria dentro del ámbito cinematográfico. En esta ocasión el reconocimiento fue para las primeras actrices, la Sra. Evangelina Elizondo y Patricia Reyes Spíndola, quienes recibieron además la Cruz de Plata por parte de la directora del Festival Internacional de Cine Guanajuato, Sarah Hoch.
Evangelina Elizondo con gran emoción decidió compartir una canción de su autoría, ganándose de inmediato el cariño de un Teatro Principal copado. Con más de 65 años de carrera en el cine, la primera actriz es una artista integral y una bellísima estampa a la sabiduría. Estrella de la Edad de Oro y autoridad artística moderna, fue educada en idiomas, pintura, música y danza.
Evangelina Elizondo es un ícono de la actuación mexicana, con proyectos que la han llevado alrededor del mundo y compartiendo créditos con personajes igualmente representativos, como Anthony Quinn, Giancarlo Giannini, Broderick Crawford, Pedro Armendáriz Sr. y Keanu Reeves, entre tantos otros. Su talento la ha mantenido caminando entre escenarios, platós de cine y televisión, incursionando en la música, artes plásticas y literatura teológica. Su carácter la ha conservado cerca de sus creencias. Con un título de Licenciada en Ciencias Religiosas por la Universidad La Salle, Evangelina Elizondo dice que estudiar es lo más importante que ha hecho en la vida… y que seguirá estudiando, hasta que acabe su vida.
Por su parte, la magnífica actriz Patricia Reyes Spíndola compartió con gran enfoque la clave de su éxito y consejo para nuevas generaciones: pasión, paciencia y disciplina. Ella es comandante de una generación comprometida con todo personaje, guardándole profundo respeto a cada rol interpretado, consciente del desprendimiento a tiempo y adecuado de sus distintos papeles.
Sobresalen en su recuerdo anécdotas, como cuando Emilio Fernández le pidió que se operara las orejas y se las pegara, porque si no, no le daría el papel en su segunda versión de Pueblerina. También queda grabado en su memoria que en el año 1994, gracias a su colaboración con Ripstein en La Reina de la Noche, fue nominada como mejor actriz en el Festival de Cannes.
El GIFF agradece profundamente el papel de las Mujeres en el Cine y la Televisión, asociación que fortalece el fomento y la difusión en la industria audiovisual del trabajo realizado por mujeres, a través de programas que promueven la equidad y la diversidad en las temáticas, con el propósito de aumentar la producción, distribución y difusión.
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