En un año su vida cambio. Alejandro Hurtado, joven estudiante de la Universidad de La Salle Bajío nos cuenta cómo después de entrar al Concursos de documental Identidad y Pertenencia no sólo se enamoró más de Guanajuato, sino reafirmó su vocación profesional: hacer cine.
Alejandro participó con su equipo durante el 6to Concurso de Identidad y Pertenencia con “De Polonia a Santa Rosa”, una historia que relata la vida de dos mujeres migrantes polacas que huyeron de la Segunda Guerra mundial y llegaron a la Hacienda Santa Rosa, en León, como refugiadas.
“Es increíble que dos mujeres migrantes te digan que aman a Guanajuato y que aman a la gente que vive aquí, se siente mucho orgullo ser de este estado. Es emocionante que una persona que no es de esta ciudad esté tan enamorada del lugar donde naciste”.
“Identidad y Pertenencia me dejó mucha experiencia profesional, porque no cualquier institución o escuela te da la oportunidad de cursar un taller con personalidades como Carlos Hagerman. En Guanajuato no hay otras oportunidades como la que ofrece el GIFF, yo estoy muy agradecido con el festival, con este concurso y con los talleres que imparte, porque apoya a todos los estudiantes a nivel local”.
Sin saber que el premio más importante de ser parte del concurso Identidad y Pertenencia estaba por venir, ya que Alejandro junto a los demás directores de los seis documentales participantes tuvieron la oportunidad de viajar a Francia, al Festival Internacional de Cine de Cannes para presentar sus producciones en el Short Film Corner.
“Cuando me enteré que podíamos ir a Cannes me quedé en shock. No cualquiera se va a Cannes y menos a proyectar un documental. El día de la proyección en el Short Film Corner, mucha gente nos felicitó. Nosotros íbamos inseguros, pero después de los buenos comentarios que recibimos te quitas la etiqueta, y te das cuenta que puedes hacer mucho más cine y que estábamos al nivel de otros países que ahí exhibían”.
“Estoy muy agradecido con el GIFF, porque desde el principio te instruyen y te guían. En Cannes, Sarah Hoch fue quien nos dijo qué hacer para buscar apoyos e impulsar nuestro documental”.
A un año de distancia, Alejandro recuerda con cariño las experiencias vividas gracias a Identidad y Pertenencia, recuerda el trabajo arduo junto a sus demás compañeros para lograr terminar el documental, pero sobretodo agradece al GIFF la oportunidad que le dio para hacer cine.
“El GIFF es el trampolín para hacerte notar y poco a poco hacer más cine, y hacerte de un nombre. Yo estoy eternamente agradecido por todo lo que el GIFF me dio. Porque el GIFF te enseña a hacer cine”.