Arte canadiense inspirado en México
Mes nuits feront écho es el primer largometraje de ficción de Sophie Goyette, escritora y cineasta originaria de Montreal, reconocida internacionalmente por sus cortometrajes. Una película filmada en Canadá, México y China, en donde una de las cualidades más destacables es la magnífica creación sonora realizada por Simon Gervais y que, junto a las perfectas imágenes y actuaciones, muestra la belleza interna y solitaria del mundo.
ENTREVISTA
Sophie, la película tiene una especie de oscura melancolía, ¿cuál fue tu inspiración para escribirla?
La película es sobre tres personajes de tres generaciones y antecedentes culturales diferentes, que viajan entre Canadá, México y China. Siempre supe que si hacía una ficción en mi vida, quería hacerlos sentir a todos conectados. Aunque haya tres lenguajes, es un solo viaje interno y hay un gran y profundo sentimiento de melancolía. Los personajes se sienten parados en sus vidas, a veces personal, profesional, familiar o en el amor, así como nosotros en nuestra vida diaria y quería ver como ellos pueden tener claves para avanzar en sus sueños.
Es una película sobre amor, arrepentimiento, sueños, viajar, arte… y de como todos estamos más conectados en el mundo de lo que creemos.
¿Por qué escogiste estos tres países para filmar la película, específicamente por qué México?
Sophie: Soy una gran viajera pero desde antes de escribir el guión nunca había venido a México, o a China, así que lo escribí y decidí venir a explorar y ver si era posible realizar la película, a encontrar mis locaciones y mis actores. Sentí que ustedes tienen una gran espiritualidad que estaba en el film. Lo mismo pasó en China, así que es muy místico como escogí los lugares.
Aquí, específicamente fue la Ciudad de México, Xalapa y Catemaco. Sentí que había algo muy mágico y lo quería filmar, sobretodo en este último lugar que es conocido por su misticismo. Quería que la gente, sin importar de que parte del mundo lo viera, pudiera sentir algo real, algo que les hable internamente y que los lleve a viajar y a sentir estos lugares aunque nunca antes los hayan visto.
Tanto en México como en China encontré una espiritualidad y conexión humana en la gente, algo muy fuerte con la familia también. Incluso mis actores fueron maravillosos, tienen almas profundamente increíbles y enseguida entendieron el guión. No son muy diferentes a nosotros en Quebec. En China le enseñé al actor lo que filmé en México y entendió enseguida el film, como decía, hay algo mágico.
A veces cuando viajamos pensamos que escapamos de algo, pero muy adentro, nos encontramos a nosotros mismos y a veces necesitas ir al otro lado del mundo para decirte a ti mismo y a otros como te sientes. Lo tenemos en casa, pero en México hay algo que se abre en mí, es muy difícil de explicar pero mi corazón está aquí.
La premier fue en Ciudad de México en febrero y cuando supe que venía a Guanajuato dije ¡sí!, aquí hay un espíritu artístico y eso me conmovió.
En cuanto a la musicalización de la película, ¿por qué la elección de lo clásico?
Simon: En mayoría fue desde el guión y cuando filmábamos era una inspiración para los actores, después de eso, sólo se fue construyendo el estado y sentir de la música.
Sophie: Cuando escribí el guión ya estaba contemplando la música clásica y siempre la compartí para que todos sintieran internamente de lo que trataba. Son piezas muy conocidas, que incluso a veces escuchamos en el elevador y pareciera que en nuestra vida diaria, pero el incorporarlas a este film fue para darles de nuevo una noble cualidad. Uno de los personajes es músico, el otro es sobre fotografía y el otro es sobre literatura y la edición fue acerca de cómo usar música de una forma diferente en el cine.
Hay, por ejemplo, una escena de 14 minutos en una sola toma, en la cual la música está integrada desde el set, no en la postproducción.
Sophie; ¿cómo fue tu experiencia con los actores? ¿Cómo los encontraste?
En Canadá es una actriz joven y una gran pianista, igual que mi personaje y es una viajera también; conocía muy bien México y entendió la película. En México ya había visto muchas películas y realicé varios viajes para conocerlos antes, no como una audición, sino para ver como conectábamos. Son actores profesionales que han trabajado en cine. Cuando les enseñé lo que filmé en Canadá, además del guión, fueron increíbles personas y actores. Igual en China, él también es actor profesional. Con todos fue muy fácil el enseñarles y ganarme su confianza. Yo estaba mucho en México pero también nos comunicamos por skype o e-mails y me preguntaron muchas cosas sobre la vida interna del personaje y fuera de la película, por lo que pude expresarles todo muy fácil.
Cuando nos vimos, todos nos entendimos. Tuvimos el mismo lenguaje, aún cuando tuve traductores muy buenos, pero fue algo directo y me sentí bendecida de haberlos encontrado.
Simon; ¿cómo fue tu experiencia en México incorporando el sonido a la película?
Vine a México cuando era pequeño con mis padres, a Acapulco, y en mi adolescencia viajé a Oaxaca, pero cuando vine como parte del equipo de filmación, era mi primera vez grabando el sonido aquí. Primero grabé en una pequeña grabadora, amo tener los sonidos cuando viajo, de hecho la traje conmigo a Guanajuato. Captar el ritmo y la música de los lugares a los que voy… Usé el sonido en vivo (live sound) de donde habíamos estado y grabado, más que nada lo que podía grabar en las pausas de la filmación, para incorporarlo y que el espectador sintiera el ritmo de México y de esta gente interpretada por los actores. Nuestro pequeño equipo se conectó con la vida mexicana, como hablan, bailan, sonríen, etc. La primera vez fui un turista y ahora con esta película me siento aún más conectado.
También fue un trabajo muy importante en la edición, donde Sophie decidió algunas cosas para este sentir. Conectamos secuencias de imágenes con el sonido y la música. A veces hacemos transiciones con sonidos o lo anticipamos y da este sentimiento de que todo esta conectado, no lo entiendes completamente, pero sientes la música y la recibes dentro de ti.
Sophie: A veces nos olvidamos de la importancia del sonido en el cine, si cerramos los ojos en este momento, escuchamos, y sentimos todo. Cuando trabajé por primera vez con Simon le hablé de lo mucho que quería sonido auténtico en la película y quería que la gente que lo viera en otros países pudiera sentir como era estar ahí. Su trabajo es extraordinario, el film es auténtico con el sonido.
Sophie; comparando tu experiencia haciendo cine en Canadá ¿qué dificultades encontraste en México?
Tengo que decir que se deberían hacer más películas aquí. Conseguí el permiso para venir y todos me recibieron muy bien, aunque filmé en varias locaciones, México fue una familia que me abrió los brazos, pero todo es sobre preparación. Viajé mucho antes de comenzar a filmar y de traer a mi equipo. Creo que es sobre cómo tus instintos te dicen a donde ir, qué locaciones o qué actores.
Aunque nací en Montreal, creo que alguien puede grabar un poquito en donde sea, tenemos que ser abiertos y espero que la gente haga más y más coproducciones. Creo que la coproducción es en realidad el futuro, porque es muy difícil conseguir dinero para financiar una película, así que debemos apoyarnos unos a otros. Es una forma también de que las películas se vean en muchos más países y para mí, México es un gran descubrimiento.
Creo que es tal vez bizarro decirlo pero aunque no conozco a los que verán aquí en México la película, la hice para ellos, para que en la sala no se sientan solos en esa hora y media. Es un cine diferente, no es una historia contada convencionalmente, es más sobre la imagen, el sonido y nuestros sentidos internos. Los espectadores tienen que ser abiertos y al principio, pacientes, porque los quiero llevar a un gran viaje interno y prometo que si son pacientes, la película se los regresará, espero, en verdad les guste.